Pelagia

Mares y seres marinos

...una gota en el ciberocéano

16.1.06

Sorpresa: abundantes celacantos en Tanzania

Hasta hace tres años el celacanto era desconocido en Tanzania. El primer ejemplar de que se tiene noticia cayó en las redes de unos pescadores de la isla de Songa Mnara en septiembre de 2003. Apenas un año después, en agosto de 2004, se confirmaba su presencia en aguas tanzanas con la captura de otros dos ejemplares en la región de Tanga. Desde entonces, al menos otros veinte celacantos (!) han caído en las redes de pesca en las costas de aquel país. Si tenemos en cuenta que hasta el momento sólo se tenían registradas 200 capturas de esta especie en todo el mundo, veremos la importancia de la cifra. Latimeria chalumnae

Hay que reconocer que el celacanto es un pez con carisma. Desde su descubrimiento no ha dejado de despertar interés y de llamar la atención. No en vano pertenece a una estirpe diferente a la de la mayoría de los peces óseos, como lo prueba su peculiar anatomía. Esa estirpe entronca con la bifurcación evolutiva que dio lugar a los vertebrados tetrápodos, capaces de caminar en tierra firme, entre los cuales nos encontramos. El celacanto que conocemos no camina en tierra firme, sino que nada libremente, pero posee dos pares de aletas que realmente semejan pequeñas patas (véase la foto). Esta peculiaridad ha dado nombre al grupo zoológico al pertenece: Sarcopterigios, que quiere decir "aletas carnosas".
Los Sarcopterigios se estudiaban desde el siglo XIX gracias a las formas fósiles, aunque se consideraban extintos, ya que no se conocía ninguna especie viviente. De ahí que cuando en 1938 se halló por primera vez un celacanto en aguas surafricanas causó sensación en el mundo zoológico -algo parecido a lo que pasaría si se encontrara un trilobites vivo deambulando por ahí. Recibió el nombre científico de Latimeria chalumnae y se ganó el apelativo de "fósil viviente". El segundo ejemplar tardó aún otros 14 años en aparecer. Lo hizo en las islas Comores. En realidad, aunque la ciencia lo ignoraba, ese pez era un viejo conocido para los pescadores locales, que lo capturaban de vez en cuando con sus aparejos. No se trata precisamente de un animal pequeño. Los de tamaño corriente miden 1,60m y pesan unos 70kg.
En las décadas siguientes fueron apareciendo más ejemplares en las Comores, se vio que en ese archipiélago se encontraba el principal centro de población y se empezó a conocer la biología de la especie.
Al parecer tienen un metabolismo muy lento y son bastante letárgicos. Viven donde la costa es rocosa y escarpada. Pasan el día en cuevas volcánicas sumergidas, a entre 100m y 300m de profundidad. Se han visto hasta 14 ejemplares en la misma cueva. De noche se alimentan de peces y calamares que buscan derivando pasivamente sobre el fondo con ligeros movimientos de las aletas. Vuelven a la cueva más próxima antes del amanecer. Se piensa que pueden vivir más de 80 años.
Una nueva noticia sensacional llegó en 1997, cuando se descubrió un celacanto en un mercado local en la isla de Célebes, Indonesia a 10,000 km de las Comores. Pronto apareció un segundo ejemplar. Resultaron pertenecer a una especie distinta, que se llamó Latimeria menadoensis. La "leyenda" del celacanto seguía creciendo.
Latimeria menadoensis (foto: Mark Erdmann)

No menos sorpresa ha provocado la abrupta aparición del venerable pez en Tanzania en número tan elevado. La satisfacción por haber dado con una nueva población (de L. chalumnae en este caso), se mezcla con la preocupación por su futuro al ritmo que se está destruyendo. Curiosamente los celacantos aparecen en redes dispuestas a poca profundidad para pescar tiburones. Los conservacionistas tanzanos creen que todo ello tiene que ver con la reciente aparición de arrastreros de fondo en la zona y han reclamado medidas al gobierno.

2 Comentarios:

  • At 23:38, Blogger Iñche Claudio dijo…

    excelente ejemplar capturado, se observa en la segunda foto.....algo importante de tu post es lo del conocimiento ecologico local, los pescadores de distintas latitudes ya conocian al celacanto hace varios años.
    saludos cordiales

     
  • At 00:09, Blogger Nemo dijo…

    Sin duda los pescadores locales lo conocían desde tiempo inmemorial, tanto en Comores, donde el celacanto se llama gombessa, como en Indonesia. Para ellos no pasaría de ser otro pez. Cuando ese conocimiento se incorpora al saber común de la humanidad, que es la ciencia, es cuando el celacanto cobra interés como animal "especial".

    saludos

     

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